martes, 22 de mayo de 2012

LA "SED DE MAL" DEL INIMITABLE ORSON WELLES

El inimitable Orson Welles


La "sed de mal" del inimitable Orson Welles.

Recuerdo con mucha claridad, a pesar de mi corta edad de aquel entonces, que la primera película que quedó plasmada en mis jóvenes e inocentes retinas fué  "Sed de mal".

Mis padres acostumbraban a ver el cine "de toda la vida", sobre todo westers, y, por supuesto, lo que ahora son  clásicos, aunque por entonces ya disfrutaban del mismo tratamiento, aquel "blanco y negro" en el que los personajes se dividían siempre entre "buenos" (o íntegros aunque con su dosis rebelde) y "malos" (villanos despreciables, carentes de moral).

Recuerdo que cuando ví por primera vez el rostro de Orson Welles en este mítico film, "Sed de mal", me entraron escalofríos...la faz del actor era a lo único que podía atender con mi percepción de niña y mi discurrir mental igualmente ingenuo.
Traspasaba la pantalla aquel ser vil, que, de modo mísero e inexorable, te condenaba a través de la pequeña pantalla...ya nunca se me borró de la memoria aquel personaje tan bajo, tan sucio, tan despreciable y, mas que gris, negro azabache, por dentro y por fuera...
Puede que la mirada de Orson Welles en "Sed de mal" marcara para siempre el devenir de mis gustos cinematográficos, el amor por el cine de verdad, el amor por el cine que trasmite sensaciones que van mas allá de las puramente físicas, el cine que mira por dentro a las personas y las saca de cuajo su villano corazón o su tierna sensibilidad, para mostrárnoslos empapados en sangre, de modo tan visceral que no puedes evitar echarte una mirada a ti mismo para deducir cual es tu propia identidad con respecto a lo que tus ojos ven...el cine que escudriña en tu ética interior y te hace, o, mas bien, te obliga a decidirte por unos u otros senderos que la vida te propone...Ese es el verdadero cine, no solo una consecución de imágenes preciosas acompañadas éstas por guiones vanales, vacíos de contenido y sin ninguna trascendencia...


Uno de los principios básicos del buen cine es hacerte pensar, removerte las entrañas, proponerte alternativas vitales que te impulsen a optar por tomar ciertas decisiones en tu vida diaria.
Orson Welles es uno de esos directores que logra el milagro, logra hacerte dudar acerca de tu propia integridad y buscarte a ti mismo para saber que no estás equivocado con respecto a tus propios principios...
Un ejemplo muy clarificante de lo que digo es la película  "El proceso", (1962),  basada en una obra literaria de Franz Kafka, claustrofóbica en todo su conjunto estético, en todo su contenido "daliniano" y surrealista...nos muestra una sociedad inmersa en un sistema en la que lejos de poder discurrir y defenderte, tienes que asumir los hechos que se te imputan pues no queda mas salida...Nada consigues peleando pues tu destino ya está escrito y el callejón tiene colgado el cartel de  "sin salida"...Esto nos ocurre a diario, en todos los niveles de la vida diaria, debemos asumir "en carnes propias" los errores ajenos, bajarnos los pantalones en pro de un sistema que de tan viejo y desfasado parece incluso "algo nuevo", un sistema que nos obliga "a todo", no nos proporciona satisfacción ninguna y, además, nos encarcela cuando "reivindicamos nuestro derecho a tener razón", pues, en verdad, la tenemos...
En "El proceso" nos damos cuenta, sobre todo, de un detalle muy importante, por encima de todas las demás circunstancias surrealistas que desfilan ante nuestros receptores oculares, que, hagas lo que hagas, si estás señalado, estás condenado y justo en ese preciso instante todo es irreversible, puedes aceptarlo o no, pero no hay vuelta atrás, estás perdido, confinado en la celda de tu propio imaginario pues, en realidad, no existes, solo eres un maldito número y éste se borrará de la lista en tanto en cuanto dejes de ser "útil y productivo" o incumplas la "supuesta moral establecida"...


Anthony Perkins en "El proceso"




"El proceso" tiene un argumento sencillo de comprender aunque difícil de asumir...Un hombre se verá arrestado y tendrá que hacer frente a una acusación, deberá defenderse jurídicamente ante cierto "acto supuestamente delictivo" que nunca sabremos que naturaleza tiene pues en ningún caso se aclara el porque de tal acusación ni la acusación misma..."El proceso" te deja a merced de todo, desvalido, te deja entonces con ese vacío mental que solo puedes rellenar con la razón, pero si la razón o las razones no son lo suficientemente contundentes en cuanto a acción se refiere, entónces, la escualida y simplificada razón quedará vacía de hechos, contenidos y respuestas, dejará de existir y no podrá así rebatir ningún otro hecho que venga "de fuera"...es decir, no tienes nada en la cabeza, ni razones, ni certezas, asi que tu cabeza solo se llenará con lo que otros metan deliberadamente y quedarás sin armas, sin defensa ante su alevoso atentado a tu propia intimidad.
"El proceso" nos indica que el sistema en el que nos encontramos inmersos posee todos los argumentos (aunque no te los proporcione porque en verdad no existen tales...) para poder atentar contra ti pero tú nunca tendrás las armas para defenderte, así está hecho y así seguirá siendo...Es una película angustiosa porque te sientes atrapado y con la certeza de que no hay sentido ni salida.


"El proceso" es un film protagonizado por Anthony Perkins (el Norman Bate de psicosis) como el sujeto acusado y Orson Welles como el abogado al que consulta, el cual le dejará con mas dudas que aclaraciones...un film confuso en el que nada parece tener sentido, solo sacas en claro que la sociedad en la que se enclava la historia es una sociedad enferma en la que "el libre albedrío de pensamiento" no existe...Lo recomiendo como parte intrínseca de la filmografía de Orson Welles, es difícil de ver pero tambien es toda una joya del cine de lo absurdo con unos conceptos básicos de lo mas rudimentarios, que proponen como un "gran éxito" las sociedades vacías, sin pretensiones individuales, en las que no eres dueño de ti mismo...(Charles Chaplin la definió como "la cumbre del arte cinematográfico")...sus planos retorcidos, sus decorados, mezcolanza de barroquismo y surrealismo, con puertas gigantes que te recuerdan la cualidad todopoderosa de contra quien pretendes luchar, te llevan a moverte por un ambiente viciado, como en una estancia llena de humo, con grotescas figuras y personajes ambiguos que no sabes porque están ahí...personajes raros e impensables que no te dejan ver nunca mas allá, con un Orson Welles de tan elevadas dimensiones que invade y traspasa la pantalla dejándote la imaginación en negro, como subdesarrollada ante lo que él ve con tanta claridad pero que nosotros, los espectadores, somos incapaces de  vislumbrar siquiera...






las grotescas dimensiones del edifico
que te empequeñecen ante el sistema


estreno de "Ciudadano Kane",
Orson Welles con Dolores del Río.
Nos ponemos frente a  un genio y visualizamos "sus genialidades"  través de la perspectiva
 temporal que es la que nos
 dice que 


estamos, efectivamente, ante
un prodigio cinematográfico que con tan solo 24 años se atrevió a llevar a cabo un proyecto de titánicas dimensiones que ningún mortal puede haber obviado, 
(salvo que éste se encuentre perdido en una selva, en mitad del desierto o que no tenga televisor ni conozca el cine.). Éste proyecto es "Ciudadano Kane" (1941),con un extrovertido hombre de negocios como protagonista, (Orson Welles en el papel de Charles Foster Kane), intuitivo y valiente en la toma de decisiones, que se pondrá al frente de un periódico de dudosa certeza informativa con tirada sensacionalista, al cual
La madre de Kane ultimando los trámites
para que se lleven al niño, al fondo , en la ventana.
El padre es un pusilánime y la madre una despótica tirana.
llevará a la cumbre y con el que se perderá en los infiernos del olvido...El film es un prodigio de planos insinuantes, con un ritmo trepidante conseguido por medio del flash-back, las luces y las sombras del mundo del periodismo sensacionalista, del espectáculo y la política, todo cabe en "Ciudadano Kane", todo tiene un sentido hasta que se le escapa entre los dedos a nuestro protagonista por sus desmedidas ambiciones...nos ponemos ante el todopoderoso convertido en polvo, que se intentará levantar de su fracaso personal una y otra vez, sin mirar a quién está dañando, hasta que todos le abandonen merecidamente...El jóven Kane es un chico con ganas de jugar al que sus padres entregan a un benefactor por las miserables condiciones en las que sobreviven, en futuro del muchacho no podrá escribirse en tan austero lugar y deciden por ello "donárselo" a un magnate financiero para que se haga cargo de su porvenir. Toda la película gira en torno a una incógnita,¿cual es el significado de la última palabra que pronunció Kane en su lecho de muerte?..."rosebud"...es todo un misterio...un avispado reportero querrá dar sentido a la incógnita y le acompañaremos en su búsqueda, a lo largo de los años de vida, del finado Charles Foster Kane. Cómo fueron sus principios como dueño de una fortuna heredada con la que comprará un periódico de prensa amarilla, aliándose con su mejor amigo para dar vida a tal proyecto, de comienzos idealistas, y cuyos principios idealistas, precisamente, en busca de la verdad informativa se irá desmoronando en aras del sensacionalismo barato, derivando en un completo fracaso comercial. Su mas íntimo colega le abandonará después de algún que otro revés económico y mas de un palo personal que él mismo le propinará, además de todo, su ambición desmedida y sus celos en su vida personal, le sumirán en el mas absoluto ostracismo. Quedará solo pues su relación matrimonial asi como sus relaciones sexuales y personales tambien supondrán todo un rotundo fracaso, lleno de excesos y sin ningún amigo a su lado morirá ante los ojos atónitos de su mayordomo, rodeando de la mas anodina soledad  del que todo lo ha tenido y en nada se ha quedado, destruído y olvidado en un emplazamiento inmobiliario de nombre "Xanadú", una enorme mansión donde todo esta a medio construir, inmensa pero carente de vida y felicidad, tan frío y tan distante como lo es ahora su persona en sus postreros años de existencia.


"Ciudadano Kane"
El mayordomo parecerá ser el único en tener la clave del enigma, el cual a su vez, solo supone una excusa para retrotraernos a la vida de Charles Foster...el último ser vivo que le contempla expirando, con una bola de cristal de esas con nieve en su interior, la cual dejará escapar rodando al fallecer, como un simil perfecto de su vida...la enigmática palabra solo expresa el deseo de volver a ser un ingenuo niño, un niño sin pervertir, solo eso...un niño...
Su trineo tendrá la respuesta...
"Rosebud", su trineo.
Toda una obra maestra que merece un desglosamiento con mas calma.


Por último, una obligada mención a otro prodigio cinematográfico, que es, realmente, la que me trae a deliberar sobre el propio "yo" de cada uno..."Sed de mal", de la que, precisamente, quiero hacer un análisis mas extenso por la contundencia y espesura de sus personajes...
cartel de "Sed de mal"
"Sed de mal" es una mirada a esos cuantos caracteres que anidan dentro de cada uno...No siempre nos conducimos de igual forma en la vida, cambian nuestros pareceres con respecto a las circunstancias que vivimos 
o según como las vivimos, te moldeas con el paso de los años, tus conceptos de las cosas se diversifican, maduras...pero visceralmente nos definimos en la infancia, porque nuestra integridad moral se verá siempre  determinada por como nos trataron aquellos a los que tenemos o teníamos mas cerca, transmitiéndonos valores que luego podremos absorber o bien  desechar por o para nuestro propio beneficio interior.
Tambien nuestra propia curiosidad juega un importante  papel, pues la curiosidad te hará profundizar en ciertas vertientes que puede no te fueran trasmitidas en la infancia pero que, igualmente, las haces tuyas por ser éste un descubrimiento íntimo de tu propio "ego".
Nuestros principios morales se construyen y concretan en esta frágil etapa de la vida y creo que se vuelven inalterables salvo que las circunstancias te obliguen, en muchos casos, a actuar de forma que tu acción no vaya unida moralmente a tus principios, viéndote obligado, en determinadas situaciones, a tomar decisiones que de haber sido de otro modo jamás hubieras tomado, más son,precisamente, esos obstáculos los que medirán tu calidad humana según la orientación de cada decisión...
Podemos ser sensibles, caóticos, violentos o miserables, escépticos, cínicos, altruístas, materialistas, pero, seamos como seamos, siempre somos los mismos.
Orson Welles, en distintos
 momentos de su vida.
En "Sed de mal" tenemos una constante muy clara, todos y cada uno de los personajes se conducen ante un mismo hecho, coordinado con sus propios y respectivos valores y pensamientos de integridad que, en algún caso, es inamovible...
En esta coyuntura, como pensamiento íntegro e inamovible tenemos a Charlton Heston en el papel de un policía mejicano, Ramón Vargas, cuyos valores éticos le conducen  llevarse por la senda de la honestidad y la verdad, sea cual sea la consecuencia y, con respecto a la circunstancia planteada se moverá de modo igualmente honesto, en cualquiera de sus papeles, el de policía o el de marido ante los apuros de su esposa, Susan Vargas, (Janet Leigth), simplemente. Será siempre el mismo pero dentro de cada canon variará su carácter, pasando por un temperamento violento cuando se requiere...sensible, como persona cariñosa...o correcto y justo, profesionalmente hablando...Tiene claro cual es su función y como desempeñar
su papel, dentro del orden laboral al que pertenece.


los protagonistas, enfrentados.
El es un agente de la ley pero, como tal, no abusará de su cargo en ningún  momento...incluso le dará al supuesto "culpable" la oportunidad de explicarse, como manda el reglamento...y aún siendo un tipo intuitivo no se dejará llevar por lo que "se supone, parece" sino que tenderá siempre a buscar, si no la lógica de las accciones, si el como y el porque de las mismas.
Charlton Heston y Janet Leigh.
Su intrínseca verdad...


Tiene claro, a si mismo, que el individuo es, a fin de cuentas, culpable pero tendrá que demostrarlo con hechos y pruebas pues asi lo determina el reglamento establecido al que juró obedecer y honrar cuando se transformó en fuerza pública...
Orson Welles, el capitán Quinlan del distrito norteamericano, es, en contraposición a aquel, un tipo amargado, uraño, cínico y xenófogo, sin nada que perder (salvo su "supuesto prestigio"), por no perder no puede siquiera perder su integridad ya que siempre careció de ella.
El capitán Quinlan es el camino tortuoso de quien se ha perdido y jamás volverá a encontrarse...quien sabe siquiera si se encontró a si mismo en algún momento de su vida...y si así lo hizo seguro que se topó con un trozo de corcho por corazón y con un material poroso, parecido a la piedra pomez, por cerebro...
Es un tipo "insensibilizado" por la vida...que no insensible...es un tipo coriáceo que no ve mas que maldad por todos lados pues, a cada paso que da, es él mismo el que la desprende. Tiene claro que todos tenemos un lado vil, falso y mentiroso, y si lo tiene tan claro es porque él mismo lo es. Es la típica personalidad de quien cree que todos somos de igual condición moral y no podemos cambiar o hacer algo al respecto...Cuando miras a Orson Welles no ves a una persona sino que ves mas alla de su cuerpo orondo y de sus diminutos ojos...ves el mal mismo, el desprecio, la codicia, la envidia,el dolor de lo que no puede retener.
Orson Welles en su papel, empequeñece a las personas con su actitud y su mirada desafiante, perdida, a su vez, en una bañera de alcohol...las pupilas se le mueven unidireccionalmente, no tiene capacidad para retroceder ante los actos atroces que va cometiendo a lo largo del film, se siente justificado por su pasado y es, inequívocamente, imparable...Desde el primer momento de su aparición en escena se descubre.Incluso su olor corporal traspasa la pantalla...puedes oler su desprecio y su desdén por la vida, dándole igual los seres que le rodean. Es una de sus caracteristicas, la hediondez de su personaje, la fetidez de su mente significa su propia corrupción espiritual.La suciedad va desde  su corbata blanquecina a su gabardina repleta de lamparones, a la que van a parar todos los detritos de su propia personalidad...pasando estrechamente por el hilo de sus vísceras ennegrecidas, de su mente calenturienta siempre pensando en la vileza ajena, que es la suya misma...la suciedad de su alma supera la de su abrigo...Desprecia incluso a su propio compañero, el
sargento que le acompaña en todos sus casos, al que tendrá como una marioneta, cuyos hilos mueve a su entero antojo, al que manipulará, absorbiéndole su débil caracter de hombre a la sombra de un árbol mayor y con el tronco mas retorcido...Su actitud de tipo sucio, mas por dentro que por fuera, te invita a que le temas y le odies. No le importa nada su aspecto, es desaseado e indecoroso, hediondo en todos los sentidos...¡huele mal porque está moralmente podrido!...Tambien tiene muy claro que es la ley y que puede moverse como le da la real gana precisamente porque él es el brazo ejecutor...sin que se le falte al respeto sea cual sea el próximo movimiento, por muy incorrecto e inaceptablemente amoral que sea la naturaleza de éste. Carece de ética humana y, mas aún, legal. Se conduce como un becerro cuyo propio peso físico le mueve hacia delante por inercia misma...es más, existe un plano, casi al final de la película, en el que se compara su cabeza con la cabeza de un toro, dentro del garito de la bella gitana Tanya, (Marlene Dietrich, que, por cierto, sale guapísima en la película), es un plano cogido desde abajo, fantástico, en el que puedes comprobar la semejanza entre hombre y animal.Es un plano muy estudiado para que nos despierte esa misma sensación, diría yo...
el rostro de Oron Welles
despierta una total antipatía.


 En "Sed de mal" el plano mas mencionado es el plano-secuencia del principio,  magistral secuencia con 3 minutos de duración, en el que los protagonistas cruzan a pie la frontera dando un paseo y comiendo un helado, acaban de casarse y van a pasar la luna de miel en Norteamerica...el coche del tipo inminentemente asesinado les adelanta, mientras la mujer que acompaña al político se barrunta que no cesa de escuchar un tic-tac...
Es insuperable, en cuanto a técnica e ingenio se refiere, pero dentro existen muchas mas genialidades...


la oscuridad, los contrapicados,
 la estructura misma de las calles, todo te dice, todo movimiento transmite un determinado sentimiento..."nada calla nada"...todo es "lo que parece" pues, a pesar de sus montajes como policía corrupto todo adquiere un tono natural...aunque no nos llevamos a engaño, precisamente, porque vemos en todo momento como el propio Welles va tejiendo la trama
momento en el que encuentran la dinamita
en casa del "supuesto culpable",
la dinamita la ha colocado el capitán Quinlan...


para que todo encaje y sea como el pretende hacerles ver a los personajes que se mueven a su alrededor, a los personajes a los que tendrá que convencer de que él es el único que no se anda equivocado...El mismo compañero dudará de su propias convicciones morales para dirigirle su simpatía, admiración y aprecio a quién ha llevado a cabo siempre una labor incuestionablemente perfecta...Luego será el mismo compañero quien le desenmascarará en aras de la justicia para la que trabaja...se sentirá engañado pero queda mas que claro que ya se sentía así desde hacía  mucho tiempo ha...el mismo tiempo que duró su "connivencia" laboral con el personaje de Orson Welles...
El final de la película te dejará pensando si existió algún momento en que este personaje sucio, cruel y miserable fué íntegro alguna vez en su vida...Las palabras de Marlene Dietrich (Tanya), la propietaria del garito con aires flamencos, de indudable sabor español, así nos lo deja entrever..."Era un buen detective pero un muy mal policía"-dice-¡que importa lo que digan los demás!- acaba sentenciando, redimiendo el alma del que nunca la tuvo...se marcha caminando despacio, con el caminar elegante de quien siempre fue una gran señora, una diva, mientras el cuerpo del capitán se hunde en el barro de su propia y miserable desdicha, la vida se le escapa, poco a poco, a través del agujero de bala que le ha brindado su compañero como momento único para que opte por redimirse...pero él nunca lo hará...antes preferirá estar muerto...


"Sed de mal", uno de los múltiples carteles promocionales.



Esta película tiene unos brillantes diálogos, que es en lo que mas me fijo a la hora de calificar, en mi humilde criterio, una obra cinematográfica...si el guión no es bueno, poco se puede salvar de una película...La importancia del guión es suprema, es la importancia de la obra en sí...sin las palabras no tengo nada, solo una serie de muecas y gestos que me pueden llevar a imaginar lo que yo quiero, pero "lo que yo quiero" es que me lo digan ellos, prefiero oirlo de la boca del actor, con su tono, su acento, su sentimiento...sus silencios...
los huecos entre las sílabas
que te enseñan las lágrimas de saliva...
el misterio de la lengua
que incide en tu paladar...
que choca con tus dientes en una fricación
que lo convierte en sonido...
Ese es el verdadero misterio del ser humano
las palabras, cuya morfología se determina
según la zona en la que desarrollas tu actividad diaria...
¿porque?...
no tiene sentido...
las palabras
que bello enigma.
La humanidad se desglosa a través de su silbido...






Virginia López Bravo
(ser pensante a jornada completa)



 BIBIKISS






A continuación, algunos diálogos de "Sed de mal":


Cuando se produce la detonación, Vargas la presencia junto a su esposa, instantes después viene el capitan Quinlan en su coche y el jefe de la fiscalía le pregunta a Vargas que si le conoce:




Fiscalía- "¿conoce Vd. al capitan Quinlan, de la policía estadounidense?..."
Vargas- "No..pero me gustaría conocerle..."
Y alguien replica- "Eso se ha creído Vd."...


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Le preguntan a Quinlan: ¿supone Vd. que ha sido una bomba?
Quinlan- "¡Bueno, tambien ha podido partirle un rayo!"...¡Vaya, el fiscal vestido de pingüíno...burócratas con smoking!..."
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Vargas- "Solo soy un observador..."
Quinlan- "Le aseguro que no habla como si lo fuera...-pausa-¡¡¡...me refiero a mejicano!!!. (en tono despectivo, ironizando sobre el acento  de Vargas, el tipo es un xenófogo).
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Vargas- "No le voy a dar porblemas..."
Quinlan- "Le apuesto "su vida" a que no me los dará..."
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Hay un momento en la película en que nos vemos en una habitación, el capitán le ha echado el ojo a un posible culpable, se trata del amante mexicano de la jóven hija del político asesinado...Orson Welles se ha encargado de ponerle la dinamita en una caja para que su compañero la encuentre (como hace siempre)...Vargas se percata del asunto, no había ninguna dinamita cuando él mismo miró en la caja...entonces, todos los allí presentes, un abogado, el fiscal, el ayudante del fiscal, el compañero de Quinlan, el propio Quinlan y Vargas,se ven enfrentados por la eventualidad de  quien miente y quien dice la verdad, el ayudante de la fiscalía se pone del lado de Vargas y salen a coger el coche para marcharse...en ese momento se produce un diálogo muy revelador...:
Quinlan- "¡Yo tengo una fama que proteger!"...
Sargento, el compañero de Quinlan- "...pero Vargas tambien es importante...",alguien tendrá que ceder...
Quinlan- "...o alguien se verá desprestigiado..."!




Precisamente, algo mas tarde, el capitan comienza a tejer un ardid, ayudado de un delincuente de poca monta mejicano, que, a su vez, quiere hundir a Vargas pues éste ha encarcelado a su hermano por tráfico de drogas...El ardid es hacer ver a todos que Vargas y su mujer trafican con heroína y marihuana, treta que pondrá en marcha a través de la esposa de Vargas, incriminándola...A su vez eliminará dos pajaros de un tiro, a Vargas y su esposa y al delincuente con el que ha construído la artimaña, asesinando a éste inculpando a la mujer...Todo redondo...
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Cuando el delincuente quiere hacer un trato con Quinlan para quitarse de en medio a Vargas, éste, el delincuente, le entra y le dice:
Delincuente mejicano-¡Capitán!, podemos hablar tomándonos un trago...
Quinlan-(mira al tipo y le sigue para hacer el trato pero aduce..)-¡yo no bebo!...(muy gracioso, es alcohólico pero ahí te das cuenta de la calaña del tipo, lo mentiroso y ruín que es!!!)
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Vargas habla con el sargento, el compañero de Quinlan, sobre las pruebas falsa que éste ha ido dejando a lo largo de su carrera policial:
Sargento- "¡pero...fuera como fuera...todos eran culpables"!
Vargas- "¿...y que me dice de todos los desgraciados que ha llevado a la silla eléctrica?"...guarde sus lágrimas para ellos...!".
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Otro dato mas que te hace ver la venganza de Quinlan contra el mundo es como le cuenta en un bar a su compañero como murió su esposa :
Quinlan- "...la estrangularon...es el mejor modo de matar...¿te lo he contado alguna vez?"...
Compañero- "Solo cuando esta borracho, capitán..." (siempre está borracho...)
Quinlan- "no se mata con dinamita...el estrangulamiento es el mejor modo de matar...no quedan huellas en una cuerda".
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Quinlan- "los policías idealistas son peor que los criminales...con ellos puedes tratar..."


SENCILLAMENTE GENIAL...



escrito por: Virginia López Bravo.
Fotos de: Fan.pix.net
                              Affinity
                                    El criticón




película completa."Sed de mal":




"aqui tienen la película por si quieren echarle un vistazo...yo no me la perdería"...magistral Orson Welles...
"siempre un placer"
música de:Henry Mancini (otro genio...)


película completa. "El proceso":




música: Jean Ledrut.
guión: Orson Welles  partir de una obra de Franz Kafka.



"Ciudadano Kane"..el rodaje, la historia:




"como siempre, es un placer compartir con Vds. mi pasión"